Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2010

3000

Les voy a contar una historia. Sepan disculpar la inexactitud de los datos, pero a medida que fue pasando el tiempo se convirtió en leyenda y el boca a boca, la transmisión de padres a hijos, la emoción de los narradores, hizo que sólo la esencia se mantenga intacta. Lo demás sirve de decoración, pero este ¿cuento? retiene indudablemente su fuerza. No hay nombres en esta historia, sólo personajes anónimos. Ciertas características se conocen, pero son difusos los adjetivos en mi mente. Algunos dicen que eran siete guerreros, otros, que eran once, como un equipo oficial. Hay quien se anima a afirmar que eran veintitrés hombres, una selección de Copa Mundial completa. Tengo mis razones para creer que la versión más cercana a la realidad es la primera. Siete valientes dispuestos a pelear en tierras lejanas contra quien se pusiera delante. Otra vez llego a un dato poco firme. Trescientos, tres mil, siete mil. Como sé que sucedió en territorios de la Nación Quechua, situémonos a 3000 metros

Furia contra la máquina

Caminaba rumbo al punto de encuentro, pensando. Rodeado de gente, empapado. Lloviznaba, pero la remera mojada era puramente sudor. Del mejor sudor. Iba pensando si sería la emoción y excitación del momento, o si realmente lo que acababa de vivir había sido el mejor recital de mi vida. Hace no mucho hice un listado con los recitales (o la mayoría de los que recuerdo, al menos) a los que fui en toda mi vida. El miércoles fui a ver a Rage Against the Machine, banda que hacía tiempo había dado por descartada para ver en vivo porque se habían separado, y por la existencia de Audioslave. Dios, aunque no crea en él, se apiadó de muchos mortales y decidió que esa relación artística se rompa y cada uno vuelva al lugar de donde vino: Chris Cornell a Soundgarden (vendrán?) y los restantes nuevamente con Zack. Desde ese momento estuve esperando escuchar "Sabés que dicen que viene RATM?". Aunque sea el rumor. Lo escuché un par de veces, pero no resultó. Y pasado el principio de este año l

Día 2: La llegada

25-08-10 Después de 22hs de viaje llegamos a San Salvador de Jujuy. Bajamos del micro, buscamos dónde vendían pasajes a Purmamarca, pero como estaban todos cerrados (o por lo menos no había gente en las oficinitas) fuimos a comer sendos sánguches (seh, sandwich es muy gringo) de milanesa completos. Eran aquellos de los que sospecho, tras la desaparición del cachorrito del micro. Finalmente compramos los pasajes, hicimos tiempo jugando a las cartas y partimos rumbo a nuestro primer destino. Un rato después llegábamos a mi lugar en Jujuy: Purmamarca! Nos recibió con cielo gris y vientito, pero la magia de Purma no depende del tiempo. Conseguimos habitación a $20 c/u con baño compartido, donde el dueño confesó (y exageró, para mí) que en verano llegó a ofrecerla una vez a $100. Si me decía $70 le creía. La habitación de $100... Gulliver en Purmamarca Fuimos a dar una vueltita, ya oscureciendo, y después a comer a lo de nuestro nuevo amigo en un barcito al pie del mirador. Después de la ce

Día 1: El comienzo

24-08-10 ¿Cómo empezar a escribir de algo que no tengo idea qué va a ser? Así, preguntándomelo. Sin querer encontré rápido la respuesta. No fue tan así la gestación de este viaje. A ver, ¿cómo empezó todo? Cuando terminábamos de estudiar en la EMBA, 2008, Nico dijo que tenía ganas de hacer un viaje al noroeste argentino. Así despertó mis ganas. Finalmente el verano siguiente fui con QQ y Pablo y descubrí el placer de viajar así, con pocos (y grandes) amigos, sin itinerario del todo seguro y conociendo algo distinto que la Costa Atlántica o las praias de Brasil. Volví sabiendo que algún día iba a repetir, pero con La Quiaca/Villazón como punto de partida, la puerta al resto de Sudamérica. Enero 2009, con los mismos y la adición de Teban fuimos bien al sur: El Chaltén, El Calafate y Ushuaia. Pero no fue lo mismo. Al sur le faltan los milenios de historia que le lleva el norte. Al volver, me encontré por primera vez en mi vida sin trabajo ni estudios pendientes. A la vez, en febrero Pana