Miles de veces (bah, un par) he escuchado a lo largo de mi vida una pregunta que nadie puede contestar. No es "qué hay después de la muerte?", eso ya lo contestó mi tocayo Sueiro. Y en realidad debería modificar mi afirmación a "casi nadie puede contestar". Cómo es eso? Paso a explicar. Lo nenes tienen pitulín. Las nenas, cachufleta. Cuando crecemos un poco más aprendemos que los nenes tienen testículos, las nenas ovarios. En distintas situaciones de la vida nos enteramos que tanto unos como otros duelen. Mucho. Hablando desde experiencia personal, somos concientes de este dolor en situaciones tales como partidos de fútbol, peleas, mal equilibrio, mal cálculo de la humanidad de uno. Y desde lo vivido por familiares, amigas y publicidades de toallitas femeninas, conocemos la existencia del dolor de ovarios. Volvamos a la pregunta. No, no, no era la de la muerte, dije que esa está respondida. Es "qué es peor, una patada en los huevos o el dolor menstrual?".
Bienvenidos al laberinto de mi cabeza. Para el primero que encuentre la salida, un chocolatín.